
El otro día, vimos en clase un documental emitido por RTVE, en el cual se nos mostraba la difícil situación que están atravesando los gitanos rumanos expulsados de Francia.
Los gitanos rumanos huyendo de la situación de miseria, falta de recursos, precariedad laboral, xenofobia y exclusión social en su propio país, han emigrado a otros países de la U.E. como España, Italia y Francia, instalándose en campamentos ilegales. Estos asentamientos se encuentran en condiciones infrahumanas, lo cual fomenta la delincuencia, el analfabetismo, marginación social y discriminación por razones étnicas, problemas de convivencia, entre otros aspectos.
En este caso, Francia ha tomado la decisión de expulsarlos y exportarlos de nuevo a su país, pues lo ven como un problema a eliminar, además de poner como excusa la situación de crisis que estamos viviendo actualmente. Sin embargo, lo fácil es ver que el problema lo tienen los gitanos rumanos, pero ¿cuáles son las causas?, ¿cuáles son las vías de intervención?, entre otras cuestiones a plantearnos.
Ante posibles vías de intervención, como muchos de nosotros hemos planteado en clase, pienso que la intervención prioritaria sería intentar cambiar el estereotipo negativo que tenemos los ciudadanos respecto a los gitanos rumanos, a los cuales relacionamos con personas pobres, incultas, sucias, delincuentes, ladrones, etc. Todo ello desde la educación. Además de intentar crear un espacio común de convivencia, con una serie de normas y pautas sociales para que así todos se respeten y pueda existir cierto diálogo y armonía social, para beneficio de todos.
La mayoría de veces, se nos olvida que en un pasado fuimos un país emigrante, que tampoco fuimos recibidos con los brazos abiertos pero no fuimos expulsados como unos excluidos sociales como es el caso de los gitanos rumanos en Francia. En ocasiones, esa falta de empatía y ese estereotipo bidireccional que se crea, hace que cada persona asuma el papel que la sociedad le marca, sin protestar ni intentar cambiarlo.
En este caso, le tendríamos que recordar a algunos políticos como Sarkozy, que los gitanos rumanos son ciudadanos europeos a los cuales debemos de ayudar y velar por su bienestar como miembro de lo Comunidad Europea. Sin embargo, ¿qué es lo que ocurre?, ¿por qué ahora no lo queremos entre nosotros?, ¿no son rentables económicamente?...
Las líneas que sugieres pueden estar bien. Cómo dar un paso más en su concreción es lo que debería ocuparnos en nuestra reflexión. Buena entrada, Jose
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